jueves, 19 de mayo de 2011

Frases que quedan clavadas en el corazón (de peliculas)



El mejor tipo de amor es el que despierta el alma, planta fuego en el corazón y trae paz a la mente. (Diario de una pasión)

La vida es como una caja de bombones, nunca sabes lo que te va a tocar. (Forrest Gump)

Lo que distingue lo real de lo irreal está en el corazón. (Una mente maravillosa)

Lo malo es siempre más facil de creer. (mujer bonita)

Prefiero vivir una vida contigo que pasar el resto de las edades sin ti. (ESDLA)

Nuestro amor es como el viento, no puedo verlo pero si sentirlo. (un paseo para recordar)

Tarde una hora en conocerte y solo un día en enamorarme. (Oficial y caballero)

Mira las estrellas, multiplicalas por 1 millon de años, llévalas hasta la eternidad y tendrás solo la minima idea de lo que estamos hablando (amor) - (¿Conoces a Joe Black?)

Prefiero haber olido su cabello, haber besado sus labios y tocado su mano una sola vez, que vivir toda una eternidad sin eso. (City of Angels)

Si no estas dispuesto a hacer locuras, no mereces enamorarte. (El amor es lo que tiene)

Si mi padre estuviera conmigo...


Si mi padre estuviera conmigo

Si acaso estuviera mi padre a mi lado,
podría agradecerle su preocupación por mí,
sus tiernas caricias que, no escasas, sinceras sentí.

Si acaso tuviera a mi padre conmigo
le daría las gracias por estar aquí,
le agradecería mis grandes tristezas,
sus sabios regaños, sus muchos consejos
y los grandes valores que sembró en mí.

Si acaso estuviera mi padre a mi lado
podríamos charlar como antaño fue
de cuando me hablaba de aquello del árbol
que debe ser fuerte y saber resistir
prodigar sus frutos, ofrecer su sombra,
cubrir sus heridas, forzar sus firmezas,
y siempre seguir.

Si acaso tuviera a mi padre a mi lado
le daría las gracias por haberme engendrado.

-- Amado Nervo

Amar a un ser humano

Amar a un ser humano

Amar a un ser humano es gozar de la fortuna de poder comprometerte voluntariamente
y responder en forma activa a su necesidad de desarrollo como persona:

Es creer en él cuando de sí mismo duda, contagiarle tu vitalidad y tu entusiasmo cuando
está por darse por vencido, apoyarlo cuando flaquea, animarlo cuando titubea, tomarlo
de las manos con firmeza cuando se siente débil, confiar en él cuando algo lo agobia y
acariciarlo con dulzura cuando algo lo entristece, sin dejarte arrastrar por su desdicha.

Es compartir sus alegrías y regocijarte con él cuando se siente dichoso.

Es disfrutar su compañía sin desear retenerlo ni impedir su vuelo.

Es paladear el regalo de compartir el presente por el simple gusto de estar juntos,
sin ataduras ni obligaciones impuestas, por la espontánea decisión de responder libremente.

- Marín A. Villanueva